DOCUMENTAL SIEMPREVIVA: UNA HISTORIA DE ENSEÑANZA VOCACIONAL.

Siempreviva, mujeres del Levante Almeriense (parte 1 de 4)
Documental Siempreviva: Mujeres del Levante Almeriense, 2008

Siempreviva, mujeres del Levante Almeriense es un documental dirigido por Manuel Berlanga y producido por el GDR Levante Almeriense, que recoge el testimonio de un grupo de diez mujeres que han desarrollado toda o parte de su vida profesional en este ámbito del Levante Almeríense. Todas ellas comparten el hecho de ser mujeres que se abrieron camino en ambientes poco favorecedores para su desarrollo profesional, bien por el tipo de trabajo que han desempeñado o bien por el ambiente en el que debieron desarrollarlo. El documental es una muestra de diversas formas de cesfuerzo y coraje para conseguirlo. Entre ellas se encuentra Encarnación Jiménez Núñez, maestra destinada a una pequeña aldea en la cima de Sierra Cabrera, a finales de los años cincuenta del pasado siglo XX.

Momentos de la grabación en la escuela de Los Moralicos.

Se trataba de una pequeña escuela, de la que Encarnación era la maestra de un pequeño grupo de no más de doce alumnos. Para llegar a Los Moralicos, era necesario hacer un viaje en burro que partía desde las proximidades de Turre y que duraba prácticamente todo el día. Una vez allí su estancia se prolongaba casi todo el año, a excepción de los periodos vacacionales mayores, puesto que las difíciles comunicaciones hacía inviable un mayor contacto con su lugar habitual de residencia en Almería. Lo escaso del sueldo de los maestros en ese periodo, la falta del material más básico (tizas, libretas, lápices…), que incluso aportaba ella misma a su cargo, y la estrecha convivencia con las tradiciones de una comunidad de fuerte impronta rural (que le facilitaban e incluso obsequiaban con productos del campo para ayudar a su mantenimiento) hacían del ejercicio del magisterio un auténtico servicio vocacional hacia la enseñanza. Una radio de su propiedad, una novedad para buena parte de los habitantes del lugar, y algunas de sus hermanas que la acompañaban por algunos periodos, junto a los escasos habitantes de Los Moralicos, eran toda su sociedad durante todo el periodo escolar. Pero ante todo esta vocación ha descansado sobre una de sus mayores pasiones que, a lo largo de su vida, le ha venido despertando su sonrisa más cómplice, los niños.